Ante las crisis conyugales, una de las fórmulas que da mejor resultado en caso de que exista un mínimo entendimiento entre la pareja es la mediación familiar. Ésta consiste en un mecanismo extrajudicial mediante el cual la pareja , ayudada por un tercero imparcial, mediador, decide cómo se regularán los efectos que se deriven de su ruptura tanto lo que se refiere a los elementos patrimoniales como personales, con especial incidencia en los menores.

En este sentido, cabe subrayar que el mediador es un abogado especialista en Derecho Matrimonial formado en técnicas de negociación cuya finalidad es facilitar esas vías de diálogo , trasladar la comprensión sobre las consecuencias jurídicas de la ruptura para lograr un consenso duradero y beneficioso para todos los miembros de la familia.

Una vez alcanzado el acuerdo se redacta el correspondiente convenio regulador reflejando por escrito todas las estipulaciones y se solicita su homologación judicial, siendo sus efectos los mismos que los de una sentencia.

Para DESCARGAR UN MODELO DEL CONVENIO REGULADOR puede hacerlo pinchando aquí.